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Centro Educativo para la Produccion Total Nº 9

Extraños objetos y luces en un campo de Carlos Tejedor

Extraños objetos y luces en un campo de Carlos Tejedor

Un conocido matrimonio, que trabaja un taller mecánico en la ciudad, relató la extraña aparición de un objeto brillante sobre una casa de campo, en la zona de Colonia El Toro. El mismo fue advertido en una fotografía. A partir de allí, al revisar fotos anteriores, observaron que hace tiempo que ronda por el lugar. Por las noches, se ven luces de colores muy brillantes, rojas, verdes, azules, y como una bola de fuego. La mujer sufrió fuertes temblores y fiebre, que se pasó con el transcurrir de las horas. Tiempo atrás, ella y sus dos hijos hasta se desvanecieron, sin que se hallara una explicación médica. Ahora sospecha que en dicho fenómeno podría estar la razón, aunque por el momento ignora cómo investigarlo. Otros lugareños habrían observado también extrañas luces y bolas de fuego.

Pedro Parera y María Rosa Velázquez integran una familia de trabajadores en Carlos Tejedor, junto con sus hijos. Ambos trabajan cotidianamente en un taller mecánico de su propiedad, y los fines de semana se dirigen a un campo que poseen a unos 25 km de la ciudad, en la zona de Colonia El Toro. El trabajo no cesa allí, hay que pintar, cortar el pasto, arreglar, y todo significa disfrute para la familia. Pero el último fin de semana que pasó, algo cambió para ellos.

María Rosa, amante de la fotografía, no escatima momento para captar imágenes y así, gatilla y gatilla su pequeña cámara digital, atrapando cada momento. Fue en una de esas imágenes en las que tomó una foto de la soja crecida y al fondo, lejos, la casa, advirtiendo algo extraño sobre ésta. Haciendo zoom en la pantalla de su PC, comprobó que un objeto brillante aparecía allí. Dorado, semejante a una campana, al parecer, de importante tamaño.

La extrañeza fue creciendo cuando empezaron a revisar otras fotografías; en prácticamente todas las captadas en la misma dirección, estaba.
No conforme con ello, María Rosa decidió mirar fotos tomadas hace seis meses y hasta un año atrás, y su sorpresa no tuvo límites. El objeto, siempre estaba presente.

DURANTE LA NOCHE
Fue así que la intriga pudo más que todo, y luego de hablar con un ingeniero que trabaja en la zona, quien le dijo que había visto como una bola de fuego, relato similar al de un fumigador, además de otros vecinos claro está, que extrañados no sabían si creer o no su relato, decidió junto a Pedro retornar al campo durante la noche.
Su asombro era inconmensurable, según el relato realizado a NOTICIAS en nuestra redacción el martes por la noche, cuando quisieron contar a toda la región lo que está sucediendo. "Había luces de colores muy brillantes, verdes, rojas, azules. Les tomé fotos, aún con mucho miedo. Hasta que se hizo como una verdadera bola de fuego y se fue...".
María Rosa sostiene que estaban a punto de cenar, pero al retornar a la mesa, luego de gatillar a las luces cuantas veces pudo, hasta que estalló como un fuego, comenzó a sentir un frío muy intenso, "una sensación muy rara, no sé cómo explicarlo. Tiritaba. Volvimos y me tuve que abrigar con varias frazadas. Tenía fiebre. Al otro día amanecí bien...", dice buscando una explicación.

TODOS DESCOMPUESTOS
Y es así que hoy relaciona este caso con otro que le ocurrió a ella y sus hijos el año pasado, cuando una noche se sintió muy mal, y luego los chicos se levantaron gritando, asustados, para caer primero uno y luego el otro, desvanecidos, lo que decidió al matrimonio a volver a la ciudad con urgencia, conduciendo Pedro a su familia al Hospital. Allí no se advirtió ninguna anormalidad en su estado de salud.
"Ahora, con lo que me pasó la última noche, pienso si no habrá sido a causa de esto mismo que nos sentimos tan mal. Yo quisiera volver para comprobar si es así", dice aún con la intriga, mezclada con el asombro, y por qué no, el miedo a algo a lo que no encuentra explicación.

QUE SE INVESTIGUE
Mientras Pedro mira y escucha parsimonioso, brindando contención y calma, María Rosa indica que "me gustaría poder contar con una máquina fotográfica de las grandes, para poder tomar con mayor definición esto, y que alguien pudiera decirnos qué es, qué hace, por qué está allí".
Y ya un tanto jocosamente, sostiene, "evidentemente ’viven’ ahí, porque están siempre, aparecen en casi todas las fotos. Lástima que no se acercan a ayudarnos a trabajar. El fin de semana último cortamos el pasto, pintamos, arreglamos, trabajamos todo el día, pero no nos ofrecieron ayuda... al menos, no nos enteramos...".

Fuente: http://www.noticiaspehuajo.com

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